iTampico (c) 2007

El fabricante automovilístico estadounidense Ford vendió el pasado año en el mercado europeo 220.000 coches equipados con el limitador de velocidad.

Esta tecnología de ayuda a la conducción se ha convertido así en la más vendida en toda la gama de la firma y es que según explica la empresa, las prestaciones y suavidad de marchas de los nuevos coches pueden propiciar circular de forma involuntaria a una velocidad por encima de los límites establecidos.

“Con sólo pulsar un botón esta tecnología te ayuda a limitar la velocidad de tu coche”, asegura Torsten Wey, supervisor de tecnologías de Ford Europa. “Sólo hace falta una pequeña distracción para superar el límite de velocidad, por lo que el limitador de velocidad ajustable de Ford ofrece una gran tranquilidad al conductor”.

Con 35.000 radares y cámaras de seguridad en toda Europa, los automovilistas eligen masivamente la compra del limitador de velocidad, que permite fijar una velocidad máximaajustable en cualquier punto de un intervalo comprendido entre los 15 y los 170 Km/hora, para seguridad del conductor y para evitar las multas por superar los límites establecidos.

Ford explica que el 85% de los compradores del Mondeo y del S-MAX de 2011 encargaron este dispositivo en la compra del coche, mientras que en el caso del Kuga esta proporción se sitúa en el 83%.

En España, el limitador de velocidad se incorpora en los modelos con acabado Titanium y Titanium S de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy, y en los Focus, C-MAX y Grand C-MAX.

Y es que si se marcas un límite de velocidad, el conductor puede concentrar la atención en la conducción sin necesidad de estar permanentemente mirando el marcador de velocidad:

El mecanismo se activa cuando el conductor pulsa unos interruptores colocados en el volante, el límite de velocidad se puede aumentar o reducir en bloques de 5 km/h y el sistema funciona limitando o aumentando suavemente el suministro de combustible para mantenerse en el límite de velocidad marcado. Pero si se aumenta la velocidad en una pendiente pronunciada se emiten señales de aviso visuales y acústicas y si el conductor desea aumentar la velocidad por ejemplo para un adelantamiento o disminuirla en caso de necesidad, el sistema se anula pisando el acelerador o el freno.

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Ford vendió 220.000 coches con limitador de velocidad en Europa durante el año pasado