iTampico (c) 2007

Cada vez que descorchamos una botella de vino con un tapón que no sea de corcho, emitimos cuatro veces más dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera que si lo hiciéramos con una botella de corcho de alcornoque.

Lo refleja un estudio publicado en wine.co.za, liderado por Oeneo Bouchage, una empresa de tapones francesa. En este estudio la emisión de CO2 a la atmósfera debida a la fabricación de tapones sintéticos se ha determinado en 10.633 kg de dióxido de carbono, mientras que la de corcho natural se ha cuantificado en 2.490 kg.

Un investigador del Instituto Nacional de Engehnharia Tecnología e Inhovaçao en Portugal ha calculado que al beber 2 vasos de vino al día, esto es 250 ml, considerando que una botella tiene 750 ml, un consumidor adquiere 122 tapones naturales al año, reteniendo 1.183 kg de CO2, el equivalente al trayecto de 7 km en vehículo.

Otro estudio de la Facultad de Agronomía de Lisboa ha constatado que los bosques de corcho portugueses, 736.000 hectáreas, han filtrado 4.8 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera el año pasado. Desde Wine.co.za se ha comentado que los bosques de corcho del Mediterráneo forman un sumidero natural para más de 14 millones de toneladas de CO2 anuales.

Noticia Original: revistadelvino.es

El corcho de alcornoque gana a los tapones sintéticos en la carrera para rebajar las emisiones de CO2