iTampico (c) 2007

Entre las casas comerciales tampiqueñas que existían en esa época (1899 y los primeros años de 1900) están: Los Precios de Francia casa fundada en 1881 por los Sres. Cruz y Amorevieta ubicada en las calles Aduana y Díaz Mirón; La Barata ubicada en la esquina de Aduana y Ribera, frente a la Plaza de la Libertad propiedad de Diego de La Lastra y Cía . ; La Casa de Comisiones de Don José Ignacio Isusi despacho aduanal y de reexpedición de mercancías considerada la principal agencia de vapores y comisionista del puerto; La Moda , almacén de ropa y novedades de Don Avelino Rodríguez; La Ferretería La Fama que pertenecía a fines de siglo a Don Pedro Peredo; La Casa de Comisiones de Don Miguel Haro ; La Unión , farmacia y consultorios de los Sres. Pascual Di Bella y Bernabé Barrios que expedía desde 1897 medicinas de patente procedentes de Europa y Estados Unidos; la Fábrica de Fundición de Nicolás del Campo; la Casa Portela y Jiménez que abarcaba los ramos de librería, papelería y artículos de escritorio por un lado y sastrería por el otro; J. Prom Sucrs. fundada en 1824 y más tarde propiedad de los Sres. Pedro y Luis Assemat; La Campana de Oro ferretería ubicada en las calles de Ribera y Muelle; El Comanche originalmente de Don Ángel Sáinz Trápaga y años más tarde de Don Luciano Fernández ; Las Novedades de Cesáreo Fernández y Hno. ubicada a un lado del Edificio de Correos; la Droguería La Nueva ; La Casa Autrey o Botica Americana de Autrey y Autrey ubicada en la esquina de Fray Andrés de Olmos y Fco. I. Madero; La Botica de Felipe González e hijos en la calle Muelle frente a la Plaza de la Libertad. Para 1900 ya se hallaban establecidas en la ciudad 400 de los más diversos ramos mercantiles. En la rama de la hotelería, en 1910 la ciudad contaba con 10 establecimientos de esta clase, en la planta baja del hotel Southern ubicado en Aduana y Comercio, se inauguró en 1907 la fuente de sodas y droguería Sanborn´s antecesora de la que abrió sus puertas en la capital.*

La sólida economía del puerto influyó para que sus habitantes alcanzaran un alto nivel de vida. La sociedad tampiqueña adquirió muy pronto características de una sociedad urbana. La clase más acomodada estaba compuesta por españoles criollos propietarios de haciendas ganaderas y comercios importantes así como por los que controlaban los negocios de importación y exportación en el puerto. A esta clase seguían los profesionistas, los empleados de cierto rango de las casas comerciales y los funcionarios de gobierno. La clase social más numerosa la integraban todas las personas que desempeñaban un oficio modesto y los propietarios de negocios pequeños como panaderías, fondas, carnicerías etc.

La importancia de la Actividad Comercial en Tampico y su Bonanza Económica (Parte III)