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Tras volcar con su canoa en las parcialmente heladas aguas del parque nacional de Kejimkujik, en Canadá, el matrimonio Collins estaba demasiado 'entretenido' tratando de llegar a la orilla como para preocuparse de la cámara digital que se les había caído. Por fortuna, su antigua Canon Powershot ha sido recuperada por un empleado del parque que se la encontró sobre una roca, apuntando aleatoriamente. Como te puedes imaginar, su exterior estaba bastante deteriorado después de luchar durante dos años contra los elementos, pero la tarjeta de memoria que había en su interior parecía estar en buen estado. Tanto, que tras introducirla en un lector, pudo encontrar 300 fotos tomadas el día en que el señor y la señora Collins casi perdieron la vida. Al final el parque se puso en contacto con la pareja para devolver la cámara, y con ella algunos recuerdos que se creían perdidos, pero que ahora van a estar tan frescos como el día en que se dieron el remojón.

Noticia Original:

Dos años sumergida, y la tarjeta de memoria sigue funcionando