iTampico (c) 2007

Está a punto de comenzar el cole y como cada año, surge la problemática del excesivo peso que transportan los niños a sus espaldas.

Si bien es una cuestión que afecta más a niños de primaria y secundario, no es extraño ver a niños en edad preescolar cargando mochilas gigantescas. La prevención debe comenzar desde que son muy pequeños para evitar que se produzcan dolencias en la espalda y lesiones que pueden acarrear problemas en el futuro.

Bajo el marco de la campaña “No le des la espalda a tu espalda”, los expertos aconsejan que los niños no lleven a sus espaldas más del 10% de su propio peso.

Es decir, un niño de 6 años con un peso aproximado de 20 kilos no debiera superar una carga de 2 kilos, que se alcanzan fácilmente si calculamos un par de libros y algunos útiles.

Lo más recomendable son las mochilas con ruedas o si van a la espalda que no carguen más del 10% del peso del niño y que sean de un tamaño adecuado a su edad. Si son demasiado grandes, de esas que les llegan a las rodillas, afectan la zona lumbar. La mochila debería quedar cinco centímetros por encima de la cintura para tener un buen soporte.

El colegio también debería poner su granito de arena facilitando un espacio para que los niños puedan dejar los útiles en el colegio y así evitar que transporten peso innecesario. Para ello, los deberes para hacer en casa tendrían que ser los mínimos.

Una solución que está surgiendo y que veo muy positiva es la de dividir los pesados libros en pequeños fascículos mucho más fáciles y livianos de llevar y traer.

Pero junto con todas estas medidas, una recomendación fundamental y que muchas veces se pasa por alto para proteger a la espalda del peso de las mochilas es la importancia de que el niño realice actividad física desde la infancia, indispensable para tener una espalda sana.

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La espalda y el peso de la mochila