iTampico (c) 2007

Los radicales libres son unos auténticos repositorios de condenas y desprecio por parte de los círculos de salud. Estos agentes son conocidos por dañar las células de nuestro cuerpo, aumentando los riesgos de padecer diversas enfermedades, entre ellas el cáncer.

Sin embargo, en un estudio llevado a cabo por científicos alemanes de la Universidad de Jena y publicado en la revista PNAS se ha demostrado que si bien los radicales libres son perjudiciales para nuestro organismo y debemos prevenir su accionar, esta prevención no debe ocurrir en todo momento y a ultranza, pues podemos sufrir efectos perjudiciales asociados a ella. Me explico.

Las vitaminas C y E son las que se conoce comúnmente como limitadores del accionar de los radicales libres gracias a su potencial antioxidante. Sin embargo, los investigadores han demostrado que por más que sean buenas contra los radicales libres, según cuándo las ingerimos éstas pueden repercutir negativamente sobre nuestro organismo.

Es que tras el ejercicio, los investigadores recomiendan no ingerirlas, pues el accionar de los radicales libres puede ser aquí (y exclusivamente aquí) positivo para nuestro cuerpo, al incrementar la respuesta del organismo ante la insulina, algo que puede ser muy perjudicial en caso de aparición de diabetes.

Esto no quiere decir que los radicales libres sean buenos para el organismo. No. Pero sí debemos saber consumir vitaminas en momentos adecuados para sacar provecho de ellos.

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Vitaminas C y E: ¿Malas para prevenir diabetes?