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Los mp3 y los iPod, tal como señalaba en el post anterior, son un arma de doble filo. De más está decir que en cuanto a nivel utilitario son aparatos de lo más provechoso (lo cual es una obviedad aclarar); sin embargo, si éstos se usan de forma desmedida y fuera de los límites de lo que debe ser su uso, éstos pueden resultar bastante dañinos.

Y como pueden adivinar, hablo del volumen con el que se escucha la música de estos reproductores. Este problema está bastante generalizado y es común ir por la calle y escuchar la música de alguien que está escuchando su mp3 a tres metros de nosotros.

Lo curioso es que la gente parece no darse cuenta de lo dañino que esto puede resultar, sobre todo en las esferas de jóvenes, quienes según un estudio realizado en Holanda parecen no tener en cuenta los daños que el uso indebido de reproductores puede causarles.

Esto es un simple estudio que habla de un solo lugar, pero esto es un fenómeno que ocurre en todas las ciudades. El mal uso de los reproductores mp3 y de los iPod se hace patente en todas partes del mundo.

El volumen adecuado para escuchar música no debe sobrepasar los 90 decibeles, y normalmente alcanza perfectamente los 120. Los autores de este estudio proponen una idea muy interesante para los fabricantes de reproductores: poner una luz flasheante cuando el volumen excede lo adecuado para advertir al usuario del daño que se está haciendo.

Este problema pasa desapercibido y estamos acostumbrados a él, pero el riesgo de sordera es real ante un mal uso de los reproductores. Escuchar un poco más baja la música es vital para cuidar el oído de uno mismo, y si no te lo cuidas tú no te lo cuidará nadie.

Noticia Original: www.vivirsalud.com

Cuidado con el volumen de tu reproductor