17 de abril de 2009
Los esguinces o la popular “torcedura“, forma parte de nuestra vida, ya que en algún momento lo hemos padecido o lo padeceremos, ya que son tan simples de producirse como girar en un sentido contrario al peso del cuerpo, si pensar o por accidente, lo cual va motivar una distensión localizada o rasgadura del ligamento (tejido elástico que reúne las articulaciones) implicado.
Una de las zonas más afectadas o comunes que los padecen son los tobillos, por ello es una de las lesiones deportivas más típicas, ya que son la base de nuestro desplazamiento, actuando a modo de bisagras muy fuertes, adaptada para exigencias extremas como lo son los giros y la carrera.
Como lesión deportiva puede ser muy grave, debiendo evaluarse por un profesional a través de todos los estudios correspondientes, para determinar sus alcances.
Estadísticamente los esguinces de tobillo se producen hacia adentro en un 85 % de los casos, afectando a los ligamentos laterales, pero son más graves aquellos que se producen en sentido contrario, o sea hacia afuera, llegando a la fractura.
Al producirse la lesión el tobillo se inflama y duele, evitando la movilidad, y apareciendo en la zona un color azulado negruzco, la gravedad oscila entre la distensión (no grave) y la rotura del ligamento (grave), siendo el ligamento (son 3) más afectado casi en la totalidad de los casos el “Astragalo Peroneo calcáneo”.
Los esguinces se clasifican acorde a su gravedad en:
* Grado I: distensión parcial del ligamento (tratamiento conservador, véase fármaco, fisioterapia, masoterapia)
* Grado II: rotura parcial o total del ligamento (tratamiento conservador o quirúrgico, en función de la lesión).
* Grado III: rotura total del ligamento con arrancamiento óseo (tratamiento quirúrgico).
Publicado por : itampico @ 10:43 a.m. |
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