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Hace unos años esto de las cámaras de vigilancia para automóviles casi eran dignas de James Bond, pero hoy en día puedes encontrar un buen puñado de fabricantes con sus propios diseños y modelos. ¿Pero con GPS? Esto ya empieza a ser algo más nuevo.

Brickhouse Security ha anunciado su Car Camera Voyager, un dispositivo de vigilancia que consta de una cámara de 1,3 megapíxeles y un receptor GPS. Su funcionamiento es bastante sencillo: el aparato está grabando de forma continua en una tarjeta SD, y cuando detecta algo inusual (un golpe, un frenazo, acelerones...) conserva los 10 segundos anteriores al suceso y los 30 posteriores, georreferenciando además la escena del (posible) accidente. El argumento de venta, naturalmente, es evitarte peleas estúpidas con la compañía de seguros y/o pasarle la factura a ese canalla que te dejó con un paragolpes nuevo y después con un chasco de narices mientras estabas haciendo la compra.

El precio es de 449,95 dólares (315 euros al cambio) y estará disponible la semana que viene.

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Car Camera Voyager hace más fácil perseguir a ese gracioso que te abolló el paragolpes