iTampico (c) 2007

La ciudad y puerto de Tampico ha tenido desde su fundación (abril de 1823), una importante tradición mercantil que comenzó el 23 de noviembre de 1824 cuando gracias a decreto del presidente de la república Guadalupe Victoria, esta ciudad contó con receptoría marítima.

Con el establecimiento de depósitos de suministros venidos de ultramar comenzó a hacerse realidad la desconcentración de la carga rompiéndose el monopolio que hasta la fecha tenía Veracruz. Fue en esa misma época cuando el comercio exterior del México Independiente empezó a pasar de manos españolas a otras nacionalidades, principalmente a Gran Bretaña y Estados Unidos, lo que trajo por consiguiente un cambio en la variedad de las importaciones.

La actividad comercial de la ciudad iniciaba el día en la esquina de las calles Ribera y Muelle donde había un poste con una campana que un gendarme hacía sonar diariamente al sonar las tres de la mañana en el reloj de la parroquia. En ese momento comenzaban a llegar los dueños de los puestos que vendían granos, semillas, frutas y verduras entre otras cosas, abriéndose también al público todas las casas de comercio existentes en el área. El lugar se llenaba de personas que venían a hacer sus compras desde esa hora hasta las 10 de la mañana en que el gendarme volvía a tocar la campana y se recogían los puestos, quedándose abiertas las casas comerciales establecidas que cerraban hasta las 9PM.

A pesar de algunas desventajas, su privilegiada situación geográfica convirtió a Tampico en el segundo puerto del Golfo de México y del país. En ese entonces (1839) esta ciudad era una escala para los productos de Europa que se enviaban inmediatamente a los mercados del norte e interior de la república instalándose aquí sucursales o agencias de grandes casas comerciales francesas, españolas, inglesas y alemanas que desde aquí enviaban sus mercancías a los diferentes mercados.

La importancia de la Actividad Comercial en Tampico y su Bonanza Económica (Parte I)