iTampico (c) 2007

Bueno, ya no es necesario que cada mañana posterior a una noche de tomatera te recrimines por todo lo que bebiste, quieras matarte hasta que pase el resto del día que recién comienza, o te prepares brebajes de verduras que te dejan como tuna pero por lo malos que son. Nada de eso hará falta, porque un investigador de la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia, descubrió que la solución más efectiva era tan simple como en antaño: con café y aspirinas.

No, no es broma. El profesor Michael Oshinsky estableció que el etanol produce un acetato químico que redunda en los terribles dolores de cabeza que sufres cada mañana post juerga. Y señala que incluso en pequeñas dosis puede afectar. Más a unos que a otros, claro.

Como el hombre es gallinita, obvio que las pruebas no las hizo en él mismo. Una vez más las pobres ratas de laboratorio hicieron la parte desagradable del trabajo. Oshinsky indujo los dolores de cabeza en las ratas con pequeñas cantidades de etanol y luego (unas cuatro a seis horas más tarde) les dio dosis de cafeína y antiinflamatorios, descubriendo que bloquean el acetato, aliviando el dolor.

De paso, esclareció que la causa de las resacas no se encuentra en la deshidratación. Las fieles ratas utilizadas nunca estuvieron deshidratadas, así que puedes dejar de preocuparte por ello y tomar café tranquilo porque no la incrementará.

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La cura más eficiente para la resaca era tan sencilla que siempre la desestimaste