iTampico (c) 2007

Evidentemente el parlamentarismo y los protocolos legales no son el camino para contribuir a frenar el cambio climático. Las respuestas están guardadas en el cajón rotulado con la etiqueta ‘Investigación científica‘, y poco a poco (muy lentamente, acorde al avance científico) las mismas se van revelando.

Se sabe que uno de los agentes que más contribuyen al cambio climático en términos de calentamiento global son los aviones. Los vuelos comerciales alcanzan el número de 35 millones anualmente, y son responsables de un pesado porcentaje global de emisiones de CO2 en todo el planeta. Sin embargo, en algunas regiones de la Tierra esta responsabilidad es aún mayor.

En el Ártico y en la Antártida los efectos del calentamiento global son devastadores, y los deshielos causan estragos en la totalidad de las áreas del planeta. Según un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford los principales responsables de ello serían los aviones.

Datos correspondientes al año 2004 y 2006 han arrojado el dato que las emisiones producidas por los aviones causan nada menos que entre el cuatro y el ocho por ciento del calentamiento global de la superficie del planeta, lo cual se traduce en términos absolutos en unos 0.03 a 0.06 grados Celsius.

En el Árftico la situación es aún peor, pues estos investigadores liderados por Mark Jacobson han elaborado un modelo que ha permitido concluir que los aviones causan entre un 15 a un 20% de emisiones en esta región.

Los datos están sobre la mesa, y no hay nada más que hacer que continuar denunciando la necesidad de que los aviones cumplan con estándares ecológicos más rigurosos. Sólo así se podrán reducir las emisiones de carbono que se diseminan por nuestro planeta de forma contundente, especialmente para atenuar el deshielo que se genera desde los polos.

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Los aviones causan un 20% del deshielo del Ártico